Este inmueble, situado en la calle Garcilasso número 9, perteneció al linaje Lasso de la Vega y Fajardo, vinculado a écija desde el siglo XVI, concretamente antes de 1568.
El palacio destaca por su portada esculpida en piedra con profusa decoración de hojarasca, canes y cadenas, simbología relacionada con el Convento de los Dominicos.
De carácter especial son los relieves de los caballeros y leones rampantes, así como el escudo que data de finales del siglo XVI.
Probablemente el autor sea Juan Jerónimo Ramírez, maestro cantero de Castro del Río (Córdoba), al que se le otorga la autoría de la portada de la casa nº 10 de esta misma calle, vinculada también a los Lasso de la Vega, de unas características similares.